Prevención de Riesgos Laborales desde la visión jurídica, la unión entre la visión jurídica y la técnica, nos permitirá una visión global de la prevención de riesgos laborales.
Un imputado es gerente de la empresa que esta semana se vio involucrada en otro accidente laboral en la calle Aguado
31.05.2015 | 05:02
R. GARCÍA La Fiscalía pide una condena individual de dos años y medio de cárcel para dos empresarios del sector de la construcción y un arquitecto técnico a los que atribuye responsabilidad en un accidente laboral que le costó la vida a un trabajador de 36 años en mayo de 2009.
El fiscal asegura que como consecuencia de varias deficiencias en el montaje de un andamio, el tablón sobre el que estaba la víctima se rompió y éste se precipitó al vacío desde una altura de 18 metros. En el momento del suceso se llevaba a cabo la reparación de la fachada de un edificio en la calle Luciano Castañón. El trabajador -cuya identidad respondía a las iniciales D. M. A.-, falleció en el hospital debido a las lesiones que se provocó con la caída. Se da la circunstancia de que uno de los ahora imputados es propietario de la empresa de rehabilitación de fachadas para la que trabajan los dos obreros heridos esta semana -uno de ellos de carácter grave-, al desplomarse un andamio en la calle Aguado del barrio de La Arena.
El representante del ministerio público asegura en el escrito de conclusiones provisionales presentado en el juzgado que el accidente laboral de la calle Luciano Castañón "se debió a que la plataforma de trabajo del andamio estaba constituida por tableros de madera que no eran los originales del fabricante y que no garantizaban la solidez y estabilidad del puesto de trabajo". Un extremo que, tal y como denuncia la Fiscalía, conocían tanto el propietario de la empresa de rehabilitación de fachadas contratada por la comunidad de vecinos como el encargado de obra y administrador de la firma que ésta empresa había subcontratado para el andamiaje, y jefe directo de la víctima.
Las irregularidades detectadas no quedan ahí, según el ministerio público. La Fiscalía mantiene que en la ejecución de los trabajos a 18 metros de altura "no se utilizó un equipo de protección individual anti caída anclado a un punto estable" y que la empresa tampoco disponía de un plan de montaje, utilización y desmontaje de la plataforma. Por todo ello el ministerio público acusa a los dos responsables ya citados, y también al arquitecto técnico y coordinador de seguridad de la obra, de un delito contra los derechos de los trabajadores.
El juicio por estos hechos tendrá lugar mañana en el juzgado de lo penal número 2. Durante la celebración de la vista oral el fiscal encargado del caso pedirá, además, que los procesados indemnicen con 122.010 euros al hijo del fallecido, con 8.736 euros a la madre del trabajador y 4.000 euros a cada uno de sus tres hermanos.
Un total de tres personas han resultado heridas en la jornada de este jueves en un accidente laboral registrado en las instalaciones de Fertiberia, en Palos de la Frontera. Los tres afectados tienen quemaduras de diferente consideración, así como traumatismos. Uno de ellos está siendo trasladado al Virgen del Rocío con un traumatismo craneoencefálico en helicóptero. A este centro también se ha derivado a otro herido en ambulancia y el tercero ha sido llevado al Hospital Juan Ramón Jiménez.
La explosión de un horno de una unidad de procesos de la planta de Fertiberia en Palos ha provocado que tres trabajadores hayan resultado heridos, según ha adelantado la web. La Junta de Andalucía ha informado de que dos de ellos han sido trasladados al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, uno en helicóptero y otro en ambulancia, y otro ha sido dirigido al Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva.
El Centro Coordinador de Urgencias y Emergencias de 061 en Huelva ha recibido sobre las tres de esta tarde una llamada alertando de una explosión de gas en la fábrica de Fertiberia-Palos. Hasta el lugar se ha enviado el equipo de emergencias sanitarias del 061 y el equipo de traslado de pacientes críticos, ambos de la ciudad. Además se ha movilizado al helicóptero medica-lizado del 061 con base en Cádiz.
Los equipos sanitarios han atendido a tres heridos graves que están siendo traslados en estos momentos. Dos están siendo llevados al hospital Virgen del Rocío de Sevilla: uno, en helicóptero, y otro, en ambulancia. El tercero se encuentra en el Hospital Juan Ramón Jiménez, de Huelva. Los tres afectados tienen quemaduras de diferente consideración, así como traumatismos. Los tres son varones y un herido que está siendo trasladado al Virgen del Rocío presenta traumatismo craneoencefálico.
El jefe de planta de Fertiberia-Palos, tras informar al 112 del accidente, solicitó los servicios sanitarios. Además de éstos, Emergencias 112-Andalucía envió a bomberos del Consorcio Provincial y alertó a la Guardia Civil.
No ha sido necesaria la activación del Plan de Emergencia Exterior. La empresa también ha informado que no se ha activado el Plan de Emergencia Interior. Por parte de la Junta de Andalucía se ha solicitado informe a la empresa sobre el incidente. Desde el Servicio de Emergencias del 112 han confirmado que el accidente se habría producido pasadas las tres de la tarde, con aviso a los servicios sanitarios a las 15.11 horas.
Por su parte, desde el Consorcio Provincial de Bomberos han informado de que efectivos del Parque de San Juan se han desplazado hasta las instalaciones de Fertiberia, donde se ha producido la explosión de un horno de una unidad de proceso. Según indican, hay al menos tres personas heridas que han están siendo trasladadas a centros hospitalarios, pero “no hay riesgo para la población”.
De otro lado, desde la Junta de Andalucía han indicado a Europa Press que se han movilizado dos ambulancias e incluso un helicóptero por si hubiera que evacuar a los afectados. Asimismo, han explicado que no se ha tenido que activar, al menos por el momento, ningún plan de emergencias, ni exterior ni interior, así como han indicado que se considera este suceso un accidente laboral y no de otro tipo puesto que, según indican, no ha habido afección al medio ambiente.
Por su parte, desde el cuerpo de Bomberos de la capital han indicado que en la zona se encuentra un equipo y que dos heridos están "graves y uno de ellos reviste menos gravedad".
Cada parte de nuestro cuerpo tiene un valor fijado en el BOE (Boletín Oficial del Estado). Tenemos un valor de despiece, tanto por órganos como por enfermedades, por limitaciones, por deformidades, y un valor de vida global. Este valor se ajusta según factores como la edad, el tamaño de la red familiar cercana, y los ingresos. Como sucede con los automóviles, somos mucho más caros pagados por piezas que en conjunto.
La seguridad jurídica que emana del baremo es sobre todo para las compañías de seguros, que pueden hacer un cálculo del precio de las primas del seguro obligatorio de automóvil (y de los seguros de responsabilidad civil) que les garantice ganar dinero. También es certeza jurídica para el juez, el causante del daño y el perjudicado que saben cuál es el margen de lo condenable, pagable y cobrable. Se consigue también de paso que todos los lesionados sean tratados por igual, con una estimación razonable del resultado del pleito que invita a las partes a pactar, aunque sea cinco minutos antes de entrar en la sala.
La habitual utilización del baremo ha sido controvertida en sede laboral. No es obligatorio seguirlo, pero es habitual. El baremo de circulación no tiene en cuenta descuento alguno por lo percibido por otras vías para paliar el lucro cesante, -lo que se estima que uno no va a ganar por culpa del accidente-, ya que la indemnización del baremo no contempla directamente que las víctimas tengan o no actividad laboral. Tiene un factor porcentual corrector según ingresos de la víctima, pero no tienen porqué ser ingresos con origen en el trabajo.
Durante muchos años la jurisprudencia laboral ha establecido como necesario ponderar las circunstancias concurrentes para determinar qué parte de la cantidad reconocida a través del baremo indemniza el lucro cesante (lo que se deja de ganar) y cuál los daños morales. Y se descontaba como lucro cesante ya indemnizado lo que el trabajador hubiese cobrado en concepto de prestación de Seguridad Social. Como al trabajador le correspondía una prestación o pensión por no poder trabajar, esa parte ya estaba cubierta e indemnizada y el resto, daño moral. De esa fórmula de cálculo resultaban unas rebajas importantes.
Las indemnizaciones por responsabilidad civil en accidente de trabajo, con independencia del nuevo baremo de valoración de tráfico, tendrán una mejora sustancial. Y, probablemente, las primas por seguros de responsabilidad civil van a sufrir un incremento.
Barcelona, 20 may (EFE).- La Fiscalía ha pedido nueve meses de prisión para Enric Truñó, exconcejal socialista en el Ayuntamiento de Barcelona, acusado de un accidente laboral sufrido por un operario en una piscina municipal de Torelló (Barcelona) que gestionaba su empresa.
En un juzgado de Manresa (Barcelona) se ha celebrado hoy el juicio contra Enric Truñó, exconcejal del Ayuntamiento de Barcelona entre 1979 y 1998 y que en 2010 fue nombrado comisionado para la Candidatura Barcelona Pirineo 2022 hasta que el alcalde, Xavier Trias, lo destituyó el año pasado.
La Fiscalía llevó a juicio a Truñó por ser el administrador de la empresa Sport Assistance 2000, a la que el Ayuntamiento de Torelló adjudicó en el año 2010 la gestión de la piscina exterior del municipio, por un período de 25 años, según han explicado a Efe fuentes judiciales.
Truñó, representado por el abogado Àlex Zaragüeta, afronta una petición fiscal de nueve meses de cárcel por un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de lesiones por el accidente laboral que sufrió un operario al manipular unos bidones con sustancias químicas situados en el recinto de la piscina.
El trabajador, siguiendo las indicaciones del responsable de mantenimiento de la empresa, introdujo la cabeza en los bidones, que eran opacos, y sufrió quemaduras en el esófago debido a los efluvios de las sustancias químicas que contenían.
En su declaración en el juicio, Enric Truñó ha asumido que no tenía aprobado el preceptivo plan de riesgos laborales para su empresa, debido a la premura para abrir la piscina en la campaña de verano, que el Ayuntamiento de Torelló le obligó a poner en marcha a los pocos días de firmar el contrato de adjudicación.
La Fiscalía, que inicialmente pedía 13 meses de cárcel para Truñó, ha rebajado al término del juicio su petición de pena para el exconcejal, después de que admitiera la imprudencia y se mostrara dispuesto a pagar, a medias con el Ayuntamiento de Torelló, los 14.000 euros de indemnización que exige el ministerio público
Stop Murphy es una plataforma multimedia que localiza los posibles riesgos laborales que pueden existir en cualquier puesto de trabajo, para lo cual combina tecnología con herramientas y soluciones a medida que permiten a cada cliente mejorar los procedimientos de prevención de riesgos.
La start-up, con poco más de dos años de vida, pretende reducir las tasas de accidentes en España y en Europa.
El proyecto, premiado en 'Operación Emprende', surgió de la iniciativa de dos jóvenes hermanos, Alexandra y David Cortes, quiénes a raíz "de un accidente laboral donde la empresa fue demandada ante la justicia por negligencia, habiendo cumplido con todas las obligaciones legales", decidieron "crear una herramienta como vehículo para la formación en prevención, de forma visual y amable".
El éxito de su método de trabajo, asegura Alexandra, "está en trabajar codo con codo con los técnicos en prevención de riesgos internos de cada empresa y hacer sentir al cliente que somos parte de su equipo".
¿Por qué se aventuró a crear una empresa familiar?
Fue mi hermano quien me impulsó a tomar la decisión de emprender. Él lo tenía claro cuando vio el nicho de mercado y me pidió que me uniera a él, ya que juntos somos un equipo que invencible, que nos compenetramos y equilibramos.
¿Qué tres cualidades debe tener un emprendedor para poner en marcha su start-up?
Primero optimismo y entusiasmo para intentar ver siempre el lado bueno de las cosas. Después constancia, ya que uno debe siempre creer en el proyecto y, sobre todo, tener perseverancia en lo que se hace. Y en tercer lugar empuje para ser capaz de sacar las iniciativas adelante y ser consciente de que eso siempre conlleva tener un grado de sacrificio y de entrega.
¿Y las claves para triunfar en el mundo de los emprendedores?
Yo creo que la clave crucial es la actitud, sin actitud no hay nada que hacer. Pero también las sinergias y alianzas con las personas correctas, tanto a la hora de crear la empresa como cuando la pones en marcha.
¿Su proyecto tiene algún objetivo más?
Nuestro objetivo más ambicioso es conseguir que haya "cero accidentes" en las empresas y contribuir a ello con distintas herramientas que tenemos en mente y queremos desarrollar en un futuro no muy lejano.
¿Cuál es la previsión para este 2015?
Para 2015, tenemos las expectativas puestas en que nos concedan una subvención europea a la que nos hemos presentado para poder desarrollar nuevas herramientas y contar con una red de distribución a nivel europeo. En el caso de que esto salga adelante podremos contratar personas en plantilla.
¿Qué se siente al ser uno de los ganadores de la 'Operación Emprende'?
Se siente una gran satisfacción, ya que significa que existe un reconocimiento a todo el trabajo invertido. Por otro lado, supone un chute de energía y motivación, ya que existen personas muy cualificadas, con un gran valor y experiencia que creen en tu proyecto y le ven una salida.
Cuando un trabajador sufre un accidente laboral, en Mutualia encuentra una casa, desde que recibe la baja hasta que obtiene el alta
Tiene unas vistas impresionantes desde su despacho. Puede divisar con toda claridad La Concha, y más lejos los montes Ulía y Urgull. Pero no se pierde en estos paisajes. Jorge Arbaiza, gerente de Mutualia Gipuzkoa, se muestra muy entusiasta a la hora de enseñar las instalaciones y presentar al personal que compone la Clínica Pakea, donde atiende a los trabajadores que sufren accidentes laborales: cirugías, resonancias magnéticas, radilogía, ecografías o hidroterapias. «Es el centro de rehabilitación para accidentes de trabajo más importante de todo el territorio». No hay duda: le gusta su trabajo.
Una persona sufre un accidente laboral, ¿qué debe hacer?
Toda empresa debe proteger a sus empleados en caso de accidente laboral, para lo cual tiene que contratar una mutua. Aquí se da libertad de elección. Hay 20 mutuas que operan en todo el Estado y una de ellas es Mutualia, cuya actividad se centra en Euskadi. Entonces, cuando una persona sufre durante su horario de trabajo algún percance y su compañía nos ha contratado puede venir directamente a esta organización o acudir a Osakidetza, aunque si opta por esta segunda vía finalmente le acabarán derivando a nosotros. Aquí nos encargaríamos de llevar a cabo toda la rehabilitación, desde que coge la baja hasta que se encuentra totalmente curado y recibe el alta.
¿Por qué destaca Mutualia?
No hay listas de espera. Tenemos los medios adecuados para afrontar cualquier tipo de contingencia, tanto en aparataje como en personal. Gracias a ello, una persona llega a Mutualia y no tiene que andar esperando. También hay que destacar que nuestros pacientes tienen un alto grado de satisfacción y confían en nosotros, así lo reflejan las encuestas que llevamos a cabo.
¿Qué accidentes sufren mayoritariamente los trabajadores?
Traumatológicos. Nuestros clientes vienen generalmente por tirones, temas posturales, dolencias de hombro o de rodillas.
¿Y en qué sectores trabajan estas personas?
En el sector industrial o en la construcción. En el apartado de servicios se da muy poca siniestralidad por el tipo de actividad que tiene.
¿Es verdad que los autónomos están hechos de otra pasta?
Sin duda alguna. Por su ADN, son una raza especial. Ellos son la empresa y tienen que defenderla. No se permiten el lujo de cogerse la baja. Tienen poca siniestralidad y absentismo.
Se dice que la crisis ha llevado a que mucha menos gente coja la baja.
La crisis se ha cebado con las empresas. Eso ha provocado que las plantillas se hayan reducido considerablemente y con ello nuestros clientes. Desde 2007 se ha reducido la siniestralidad laboral, pero ha sido debido a un descenso importante de la actividad industrial, no porque las personas prefieran evitar las bajas. Por otro lado, no cabe duda de que las empresas de Gipuzkoa han realizado mucha inversión en la prevención de riesgos laborales, algo que es una garantía, ya que se reduce la siniestralidad en el trabajo.
También colaboran con Osakidetza.
La Seguridad Social nos revierte una parte del dinero que los trabajadores conceden de sus nóminas. Con este montante hacemos frente a la asistencia sanitaria y económica derivada de las bajas laborales. Además, somos la única mutua que tiene concierto con Osakidetza. Cuando esta institución pública se encuentra saturada de pacientes nos derivan algunos para que los atendamos. En esta línea, al gestionar dinero público estamos sometidos a la intervención de la Seguridad Social. Todo lo que hagamos desde el punto de vista de inversiones, gastos, etcétera tiene que estar aprobado por el Departamento de Sanidad.
¿Cree que se va a tender hacia un sistema privado?
-En el caso de los accidentes laborales no. De momento, las mutuas estamos demostrando que gestionamos de manera efectiva los recursos y que tenemos ratios de eficiencia similares a los del sector privado, pero con una orientación pública, dirigida a toda la población.
¿Por qué se animó a venir a Mutualia?
Se trata de un puesto de gestión que me da la posibilidad de desarrollo personal. Estoy con clientes y puedo participar en la gestión interna. Además, se trata de una empresa muy enraizada en Gipuzkoa.
¿Disfruta con su trabajo?
Tengo mucha suerte. Cada día es diferente. Me he incorporado a un grupo muy brillante y eso no lo puede decir cualquiera. Aprendo de ello todos los días, y eso me enriquece desde el punto de vista humano y profesional. Hace que todo resulte más fácil. Puedo presumir de empresa.
Durante estos 15 años en Mutualia, ¿cuál ha sido la experiencia más enriquecedora?
El haber participado activamente en la gestión de dos fusiones, con Mutua Bizkaia Industrial y la Previsora, de Álava. En una vida profesional no es muy corriente poder involucrarte en el nacimiento de una nueva compañía. Además, la unión fortaleció a las tres mutuas, ya que se buscó mantener el empleo y crear una empresa más grande, mejor para Gipuzkoa.
Toda empresa necesita progresar, ¿cómo lo hace Mutualia?
Tenemos que seguir en la línea de invertir en las personas. Cuanto más formados estén los equipos, más potentes seremos. Por otro lado, en Mutualia, al igual que en el resto de compañías de servicios, tenemos el reto del ámbito digital. Pecamos de ser poco avanzados. Debemos conseguir que nuestro servicio esté en la mano y al alcance de cualquiera. Además, debemos convertirnos en un aliado de las empresas para reducir la siniestralidad laboral. Cuantos menos accidentes haya más salud para los trabajadores.
¿Cómo pueden contribuir a esto último?
Tenemos unos equipos de prevención que se desplazan a las empresas y dan mucha formación y asesoramiento a empresas, autónomos o colectivos sensibles. Asimismo, cuando se produce un accidente laboral grave acuden al lugar para ayudar a tomar medidas para que no se vuelvan a producir.
¿Cómo desconecta del trabajo?
Trato de hacer mucho deporte. Para mí es una vía de escape. Por otro lado, tengo tres hijos y el momento de la cena con ellos es innegociable.