viernes, 12 de junio de 2015

Condenan a 2 años y medio de prisión a los encargados de la obra en la que murió un operario

  • La jueza considera a los tres procesados autores de un delito contra el derecho de los trabajadores en concurso ideal con un delito de homicidio imprudente


El juzgado de lo Penal número 2 ha condenado a dos años y medio de prisión al propietario de una empresa de rehabilitación de edificios, al encargado y al coordinador de seguridad de una obra de la calle de Luciano Castañón en la que falleció un operario en mayo de 2009. La jueza considera a los tres procesados autores de un delito contra el derecho de los trabajadores en concurso ideal con un delito de homicidio imprudente. Además de la pena de cárcel, obliga a los acusados a indemnizar solidariamente al hijo de la víctima con 122.310 euros, con 8.736 a la madre del operario fallecido y con 4.000 euros a cada uno de los tres hermanos.
«El trabajador estaba prestando su actividad laboral en el andamio a 18 metros de altura sin las debidas medidas de seguridad, sin llevar puesto el arnés y el cinturón de seguridad, ni hallarse atado a un punto fijo de la fachada o el andamio, sin tener la formación ni la preparación adecuada, que estaba trabajando sobre una extensión en la que se habían colocado tableros sustituyendo a los tablones de madera de pino originales del andamio que no eran los correspondientes a los establecidos por el fabricante y que además eran propios de encofrados, destinados y calculados por tanto para otros fines distintos del de hacer suelo de la estructura», se recoge en la sentencia.
El operario, que tenía 36 años, se precipitó al vacío a romperse una de las tablas que hacía de suelo en la plataforma. El cuerpo quedó tendido sobre el techo de la caseta de obra. Las lesiones sufridas fueron mortales.
Se da la circunstancia de que se trata de la misma empresa de rehabilitación de fachadas y tejados para la que trabajan los dos trabajadores que hace dos semanas resultaron heridos de gravedad al caer el andamio en el que trabajaban en el patio interior de un edificio de la calle Aguado.