domingo, 3 de mayo de 2015

No os parece que se da con mucha asiduidad, ............


Jorge Arbaiza: «Invertir en prevención de riesgos es una garantía para la empresa»

  • Cuando un trabajador sufre un accidente laboral, en Mutualia encuentra una casa, desde que recibe la baja hasta que obtiene el alta



Tiene unas vistas impresionantes desde su despacho. Puede divisar con toda claridad La Concha, y más lejos los montes Ulía y Urgull. Pero no se pierde en estos paisajes. Jorge Arbaiza, gerente de Mutualia Gipuzkoa, se muestra muy entusiasta a la hora de enseñar las instalaciones y presentar al personal que compone la Clínica Pakea, donde atiende a los trabajadores que sufren accidentes laborales: cirugías, resonancias magnéticas, radilogía, ecografías o hidroterapias. «Es el centro de rehabilitación para accidentes de trabajo más importante de todo el territorio». No hay duda: le gusta su trabajo.

Una persona sufre un accidente laboral, ¿qué debe hacer?
Toda empresa debe proteger a sus empleados en caso de accidente laboral, para lo cual tiene que contratar una mutua. Aquí se da libertad de elección. Hay 20 mutuas que operan en todo el Estado y una de ellas es Mutualia, cuya actividad se centra en Euskadi. Entonces, cuando una persona sufre durante su horario de trabajo algún percance y su compañía nos ha contratado puede venir directamente a esta organización o acudir a Osakidetza, aunque si opta por esta segunda vía finalmente le acabarán derivando a nosotros. Aquí nos encargaríamos de llevar a cabo toda la rehabilitación, desde que coge la baja hasta que se encuentra totalmente curado y recibe el alta.

¿Por qué destaca Mutualia?
No hay listas de espera. Tenemos los medios adecuados para afrontar cualquier tipo de contingencia, tanto en aparataje como en personal. Gracias a ello, una persona llega a Mutualia y no tiene que andar esperando. También hay que destacar que nuestros pacientes tienen un alto grado de satisfacción y confían en nosotros, así lo reflejan las encuestas que llevamos a cabo.

¿Qué accidentes sufren mayoritariamente los trabajadores?
Traumatológicos. Nuestros clientes vienen generalmente por tirones, temas posturales, dolencias de hombro o de rodillas.

¿Y en qué sectores trabajan estas personas?
En el sector industrial o en la construcción. En el apartado de servicios se da muy poca siniestralidad por el tipo de actividad que tiene.

¿Es verdad que los autónomos están hechos de otra pasta?
Sin duda alguna. Por su ADN, son una raza especial. Ellos son la empresa y tienen que defenderla. No se permiten el lujo de cogerse la baja. Tienen poca siniestralidad y absentismo.

Se dice que la crisis ha llevado a que mucha menos gente coja la baja.
La crisis se ha cebado con las empresas. Eso ha provocado que las plantillas se hayan reducido considerablemente y con ello nuestros clientes. Desde 2007 se ha reducido la siniestralidad laboral, pero ha sido debido a un descenso importante de la actividad industrial, no porque las personas prefieran evitar las bajas. Por otro lado, no cabe duda de que las empresas de Gipuzkoa han realizado mucha inversión en la prevención de riesgos laborales, algo que es una garantía, ya que se reduce la siniestralidad en el trabajo.

También colaboran con Osakidetza.
La Seguridad Social nos revierte una parte del dinero que los trabajadores conceden de sus nóminas. Con este montante hacemos frente a la asistencia sanitaria y económica derivada de las bajas laborales. Además, somos la única mutua que tiene concierto con Osakidetza. Cuando esta institución pública se encuentra saturada de pacientes nos derivan algunos para que los atendamos. En esta línea, al gestionar dinero público estamos sometidos a la intervención de la Seguridad Social. Todo lo que hagamos desde el punto de vista de inversiones, gastos, etcétera tiene que estar aprobado por el Departamento de Sanidad.

¿Cree que se va a tender hacia un sistema privado?
-En el caso de los accidentes laborales no. De momento, las mutuas estamos demostrando que gestionamos de manera efectiva los recursos y que tenemos ratios de eficiencia similares a los del sector privado, pero con una orientación pública, dirigida a toda la población.

¿Por qué se animó a venir a Mutualia?
Se trata de un puesto de gestión que me da la posibilidad de desarrollo personal. Estoy con clientes y puedo participar en la gestión interna. Además, se trata de una empresa muy enraizada en Gipuzkoa.

¿Disfruta con su trabajo?
Tengo mucha suerte. Cada día es diferente. Me he incorporado a un grupo muy brillante y eso no lo puede decir cualquiera. Aprendo de ello todos los días, y eso me enriquece desde el punto de vista humano y profesional. Hace que todo resulte más fácil. Puedo presumir de empresa.

Durante estos 15 años en Mutualia, ¿cuál ha sido la experiencia más enriquecedora?
El haber participado activamente en la gestión de dos fusiones, con Mutua Bizkaia Industrial y la Previsora, de Álava. En una vida profesional no es muy corriente poder involucrarte en el nacimiento de una nueva compañía. Además, la unión fortaleció a las tres mutuas, ya que se buscó mantener el empleo y crear una empresa más grande, mejor para Gipuzkoa.

Toda empresa necesita progresar, ¿cómo lo hace Mutualia?
Tenemos que seguir en la línea de invertir en las personas. Cuanto más formados estén los equipos, más potentes seremos. Por otro lado, en Mutualia, al igual que en el resto de compañías de servicios, tenemos el reto del ámbito digital. Pecamos de ser poco avanzados. Debemos conseguir que nuestro servicio esté en la mano y al alcance de cualquiera. Además, debemos convertirnos en un aliado de las empresas para reducir la siniestralidad laboral. Cuantos menos accidentes haya más salud para los trabajadores.

¿Cómo pueden contribuir a esto último?
Tenemos unos equipos de prevención que se desplazan a las empresas y dan mucha formación y asesoramiento a empresas, autónomos o colectivos sensibles. Asimismo, cuando se produce un accidente laboral grave acuden al lugar para ayudar a tomar medidas para que no se vuelvan a producir.

¿Cómo desconecta del trabajo?
Trato de hacer mucho deporte. Para mí es una vía de escape. Por otro lado, tengo tres hijos y el momento de la cena con ellos es innegociable.