jueves, 5 de marzo de 2015

Rescatan a un obrero tras sufrir un accidente laboral en la calle Medina

Rescatan a un obrero tras sufrir un accidente laboral en la calle Medina

Un hombre ha resultado herido esta mañana en un accidente laboral en la calle Medina. Cuatro coches de bomberos, dos ambulancias y varios miembros de la Policía se han desplazado hasta el lugar, un edificio en obras de rehabilitación, para auxiliar a la víctima, que ha sido trasladada al Hospital con estado reservado, después de entablillarle, pero sin entubación.

El obrero estaba desmontando forjado a la altura de la 3ª planta cuando se rompió la viga de madera sobre la que estaba y cayó al piso inferior sobre una viga de hierro, golpeándose la espalda. Los bomberos, una vez inmovilizado con collarín y asegurado con corsé y colchón de aire, le trasladaron en camilla rígida. Se utilizó material de rescate en altura (cuerdas, poleas…) para sacarlo por una ventana y bajarlo a suelo con ayuda de la autoescala, donde fue trasladado por servicios sanitarios.

En una nota, Bomberos detalla que el obrero estaba desmontando forjado a la altura de la tercera planta cuando se rompió la viga de madera sobre la que estaba, cayendo al piso inferior sobre una viga de hierro y golpeándose en la espalda.


La siniestralidad repunta de nuevo: ya nos lo advirtieron, pero... Entre sin llamar by emiliocv

La siniestralidad repunta de nuevo: ya nos lo advirtieron, pero...

Martes, 3 Marzo 2015
Actividad económica y siniestralidad laboral están íntimamente vinculadas
TAGS: Gestión | Accidentes                          Entre sin llamar by emiliocv
Los datos hechos públicos esta semana por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social confirman la tendencia apuntada a lo largo del año 2014: el número absoluto de accidentes de trabajo con baja en jornada de trabajo ha aumentado un 3,2% respecto al año anterior, y el índice de incidencia ha aumentado un 1,6%. Se confirma así la interrupción de la tendencia a la baja que se mantuvo entre los años 2000 y 2012 y que se rompió en 2013 con un aumento del 1% respecto a 2012.
Figura 1. Índice de incidencia en España
La evolución a largo plazo de la siniestralidad laboral en España (figura 1) muestra claramente una fuerte asociación con el crecimiento económico: cuando el PIB crece, la siniestralidad (medida a través del índice de incidencia), tiende a aumentar vigorosamente; cuando el PIB se estanca o incluso decrece, la siniestralidad disminuye apreciablemente (figura 2).
A primera vista  sorprende que esta asociación se dé en mucha menor medida en otros países vecinos que, regidos como España por la legislación europea, parece que deberían "reaccionar" de manera parecida ante las variaciones del ciclo económico, pero evidentemente no es así. (figura 3)
Figura 3. Evolución comparada de la siniestralidad en España, Francia y Alemania
La explicación al hecho de que la siniestralidad española "sobrerreaccione" a las variaciones del ciclo económico hay que buscarla en el diseño de nuestro sistema preventivo nacional, notablemente distinto al que rige en nuestros vecinos.
Una de las principales diferencias (pero ni mucho menos la única) es la "tasa de externalización", es decir, la proporción de las actuaciones preventivas que las empresas asumen con medios propios respecto a las que "delegan" en proveedores externos, en general servicios de prevención ajenos.
La segunda encuesta ESENER realizada por la Agencia Europea y cuyos primeros datos[1] se publicaron el 9 de febrero, muestra claramente que España (figura 4) es uno de los países de la Unión Europea en los que más evaluaciones de riesgos se realizan (ocupa el sexto lugar en el ranking) pero uno de los que en menor medida asumen esta tarea con medios internos de la empresa: apenas un 11%, cifra en la que sólo nos vemos "superados" por Eslovenia (7%) y Croacia (9%). Francia y Alemania se sitúan alrededor del 40%, y Dinamarca encabeza la lista con el 73%, seguida del Reino Unido con el 68%. La media de la UE es el 35%.
Estas diferencias tienen su origen en la "imaginativa" transposición de la directiva Marco que realizó el Estado español, claramente orientada a incitar a las pequeñas y medianas empresas a gestionar su prevención mediante servicios de prevención ajenos en detrimento de los recursos internos. A tal fin se ignoró la obligatoriedad "universal" de designar trabajadores, la posibilidad de actuación legal de técnicos de prevención independientes (artículo 7 de la directiva[2]) y se introdujo la auditoría obligatoria (único país en Europa) para todo aquel que gestionara la prevención con medios propios. Aunque recientemente se ha suavizado esta última obligación, el mal ya estaba hecho y los datos de la figura 1 muestran con claridad el escaso efecto positivo que la Ley de Prevención tuvo sobre la siniestralidad: el índice de incidencia logrado en el año 1984 no logró rebajarse hasta el año 2007. Y después vino la crisis, que como era de prever contribuyó en gran medida al descenso de la siniestralidad.
Figura 4. Frecuencia y externalización de la evaluación de reisgos. Fuente: ESENER II
Sobre los efectos de la crisis en la siniestralidad, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, en un editorial publicado en junio de 2009 en el número 53 de la revista Seguridad y Salud en el Trabajo ya advertía, refiriéndose a la evolución reciente de la siniestralidad: "Aunque este marcado descenso debe alegrarnos por lo que representa de disminución de daños a la salud, tiene también que servirnos de advertencia: si la siniestralidad desciende mucho cuando se reduce la actividad económica, ello indica que, probablemente, nuestro sistema preventivo nacional no es todavía todo lo potente que sería de desear y, en consecuencia, cuando se supere la crisis y vuelva el crecimiento económico podríamos enfrentarnos a importantes aumentos de la siniestralidad.
No deberíamos, pues, dormirnos en los laureles de la aparentemente favorable situación actual sino, muy al contrario, aprovecharla para sentar las bases para que la recuperación no tenga asociado un importante coste en términos de siniestralidad. Ello significa, en el ámbito colectivo, seguir avanzando decididamente en la implementación de la Estrategia Española y, en el seno de cada empresa, no descuidar la actividad preventiva, aunque ahora no parezca tan necesaria."
Esta vez los responsables de la política preventiva no podrán decir que no les habían avisado...

Un empresario va a juicio por la muerte de un trabajador

Un empresario se enfrenta a tres años de prisión por la muerte en accidente laboral de un trabajador que cayó desde siete metros de altura en una nave industrial de Luque. Los hechos ocurrieron en julio del 2007 cuando se encargó a la víctima que limpiara de cascotes un canalón, pisó una placa del techo que se rompió y cayó al suelo, muriendo en el acto.

Según el fiscal, el acusado, "máximo responsable de que se cumplan las normas de prevención" envió a la víctima a ejecutar un trabajo "para el que no estaba preparado y con ausencia de medios adecuados".