Un año más Asturias vuelve a convertirse
en una de las Comunidades Autónomas donde más accidentes de trabajo se producen
por número de trabajadores con el agravante de que, a pesar de la constante
destrucción de empleo, esta cifra aumenta respecto al año anterior algo que no
ocurría desde 2007.
Este incremento se produce en todos los
sectores productivos excepto en el de la construcción donde tan solo disminuye
un 2,3% a pesar de la dramática caída del empleo. El sector servicios continúa
siendo el sector donde ocurren un mayor número de accidentes en jornada de
trabajo con 5.263, sin embargo, si relacionamos la cifra de accidentes con el
número de trabajadores, el sector más castigado por la siniestralidad es, con
diferencia, el de la industria extractiva donde además aumentan los
accidentes un 14%.
Respecto a los accidentes graves y
mortales, nuestra región continúa arrojando datos preocupantes a pesar de la
disminución del número de fallecidos respecto a 2013, año especialmente duro en
cuanto a muertos en el trabajo. Durante 2014 en Asturias han fallecido 15
personas a causa de un accidente laboral y se han producido 81 accidentes
graves.
Hay que decir que de esas 81 personas
varias terminaron falleciendo días después aunque estadísticamente no computen
como accidentes mortales.
Especialmente alarmante es el caso del sector primario
en el que, a pesar de haber una cantidad mucho menor de trabajadores que en
otros sectores, es donde más accidentes mortales se produjeron y donde la cifra
aumenta un 150% respecto a 2013, con 5 fallecidos solo en ese sector. Por otro
lado, cabe destacar el incremento del 35% de accidentes graves en la industria.
En el caso de los accidentes “in itínere” los accidentes graves aumentan nada
menos que un 60%.
Señalar que es incomprensible que las muertes diferidas no se computen como accidente mortales. Un trabajador/a, que no muere inicialmente y fallece a los días, y/o meses, no es computado como fallecido por accidente, de ahí que las estadísticas no dicen la verdad. Podría entenderse si las estadísticas fueran instantáneas, pero no es el caso, por lo que los fallecimientos en el mismo año del accidente, si no computan, es simplemente para dar una falsa sensación de mejora, lo cual no nos ayuda en absoluto a mejorar, pero somo muy dados a engañarnos con las estadísticas, para auto complacernos que lo estamos haciendo bien cuando estamos fracasando en la lucha contra la siniestralidad, simple y sencillamente por que no nos creemos lo que imponemos legalmente, y así nos va.
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